El Consejo Superior de Investigaciones Científicas quiere mostrar la ciencia que desarrolla en sus laboratorios para hacerla llegar a los gestores políticos, las empresas, los periodistas y otros agentes sociales, para potenciar la contribución de la ciencia y la innovación en la resolución de desafíos como la creciente resistencia de las bacterias frente a los antibióticos, la gestión de los incendios forestales o la descarbonización de la industria. Para ello, el CSIC, con el apoyo y colaboración de la Fundación General CSIC, lanza el programa Cicerón, que consiste en una serie de jornadas temáticas en las que se invita a políticos, empresarios y periodistas para visitar el CSIC y conocer sus investigaciones en torno a un desafío social. La primera jornada del programa, dedicada la resistencia a los antibióticos, se ha celebrado este martes 14 de marzo, con una visita al Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), en el campus de la Universidad Autónoma de Madrid, y una sesión de ponencias con seis investigadores del CSIC (Ana de la Torre, Pilar García, Fernando Herranz, Daniel López, Victoria Moreno y Álvaro San Millán) en la Librería Científica del CSIC, en el campus central del organismo en Madrid, moderada por la viróloga Margarita del Val y el genetista Lluis Montoliu.
El uso indiscriminado de los antibióticos, tanto en los seres humanos como en los animales, ha causado la proliferación de cepas de bacterias con genes de resistencia a los fármacos -las denominadas superbacterias-, lo que está provocando que cada vez sean más ineficaces para atajar infecciones. Se trata de un hecho especialmente preocupante en entornos clínicos porque la ineficacia de los antibióticos puede convertir cirugías menores en un riesgo mortal. Según Naciones Unidas, si no se controla la creciente resistencia a los antibióticos podría llegar a causar diez millones de muertes al año en 2050 y convertirse en la primera causa de muerte en el mundo.
Investigadores del CSIC trabajan para acabar con este problema desde distintas perspectivas. En el CNB-CSIC, el laboratorio de Álvaro San Millán impulsa estudios sobre los plásmidos, unos elementos genéticos móviles responsables de que los mecanismos de resistencia se diseminen entre las bacterias. Estos trabajos podrían consolidar las bases para el desarrollo de nuevas terapias contra las bacterias portadoras de estos plásmidos de resistencia.
Por su parte, Daniel López, investigador del CSIC en el CNB, investiga nuevos tratamientos mediante la combinación de moléculas con antibióticos en desuso para contrarrestar la resistencia de las superbacterias. En concreto, están estudiando cómo la perturbación de la arquitectura de unas regiones concretas de las superbacterias causa una alteración en el ensamblaje de las proteínas que llevan a cabo. Puesto que muchos de estos grandes complejos proteicos juegan un papel importante en la resistencia a los antibióticos, cuando se altera la arquitectura de estas zonas, las superbacterias dejan de serlo y se convierten en cepas convencionales sensibles a los antibióticos más comunes.
Victoria Moreno, investigadora del CSIC en el Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CIAL-CSIC-UAM), estudia cómo los cambios en la microbiota intestinal, el conjunto de microorganismos que habitan el intestino, pueden relacionarse con enfermedades como la celiaquía y la enfermedad inflamatoria intestinal. El gran desafío científico que se plantea en los próximos años en este ámbito es el desarrollo de ingredientes, alimentos y hábitos dietéticos efectivos en el cuidado de la microbiota y particularizados a individuos o grupos poblacionales específicos.
Con el objetivo del reducir el uso de antibióticos, el equipo de Fernando Herranz en el Instituto de Química Médica (IQM-CSIC) investiga en terapias que emplean nanomedicina para entrenar a las defensas del organismo y mejorar con ello su respuesta ante bacterias resistentes. Por otro lado, Pilar García, investigadora del CSIC en el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA-CSIC), utiliza virus bacteriófagos para disminuir y controlar la dispersión de bacterias resistentes.
Las consecuencias de la resistencia a los antibióticos también se reflejan en el medio ambiente. Científicos del CSIC en el Centro de Investigación en Sanidad Animal del Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA- CSIC), liderados por Ana de la Torre, han creado un mapa de vulnerabilidad de los suelos frente a la presencia de antibióticos y de biorresistencias. Y se han determinado las mejores especies de plantas centinela para vigilar la presencia de antibióticos en el medio ambiente.
San Millán, López, Moreno, Herranz, de la Torre y García han acompañado a los participantes en la primera jornada Cicerón sobre resistencia a antibióticos. Durante las sesiones científicas que se han impartido en la Librería Científica del CSIC, han profundizado en las investigaciones que están llevando a cabo y respondido a las diferentes cuestiones planteadas por los asistentes.