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Entrevista en Madri+d a Noelia Tena, investigadora ComFuturo en el Instituto de la Grasa (CSIC)

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"La investigación tiene mucho que aprender de la industria y viceversa"

1.- Para empezar esta entrevista, nos gustaría conocer cómo nació su vocación científica ¿Cuándo y por qué decidió que quería ser científico? Mi interés por la investigación comenzó a despertarse estudiando la licenciatura en Ciencias Químicas. Durante la realización del máster en 'Alta Especialización en Grasas' fue cuando realmente comprendí la utilidad de la investigación para el mundo empresarial. De la mano de los profesores del máster comencé a enamorarme de una profesión poco comprendida, pero que puede tener una aplicación directa para hacer más fácil el mundo que nos rodea. Cuando se me ofrece la posibilidad de solicitar una beca para realizar una tesis doctoral en el Instituto de la Grasa del CSIC, se materializa mi deseo de ponerme al servicio de la ciencia y entrar en este mundo apasionante.

2.- ¿Cuál es su formación y trayectoria como investigador? ¿A qué instituciones ha estado vinculado hasta ahora? Soy licenciada en Ciencias Químicas por la Universidad de Sevilla (2005). Posteriormente, en 2006, cursé el master de 'Alta Especialización en Grasas', impartido por el Instituto de la Grasa. A continuación, obtuve el doctorado en Ciencias Químicas por la misma Universidad, en la modalidad de doctorado internacional (2010). Durante mi tesis doctoral colaboré y realicé estancias en diferentes centros de investigación, nacionales e internacionales. En cuanto a los primeros, destacaría el departamento de Química Analítica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Sevilla o el departamento de Análisis Agroalimentario y Medioambiental en la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad de Huelva. Entre los centros internacionales son de señalar el RIKILT-Institute of Food Safety, Wageningen University and Research Centre, en Wageningen, (Holanda); y Standard for Food Bioscience Unit (SFB), en Institute for Reference Materials and Measurements (IRMM), European Commission- Joint Research Centre (EC-JRC) Geel, (Bélgica). Realicé mi estancia post-doctoral, de tres años de duración, en Institute for Reference Materials and Measurements (IRMM), European Commission- Joint Research Centre (EC-JRC) Geel, (Bélgica). Actualmente trabajo en el Instituto de la Grasa del CSIC, desarrollando mi proyecto Comfuturo gracias a la iniciativa de la Fundación General CSIC.

3.- ¿Qué le impulsó a presentar su solicitud al Programa ComFuturo? ¿Qué características diferenciales de este Programa le atrajeron a ello? Dos son los aspectos principales y peculiares de esta convocatoria que me impulsaron a interesarme por ella. En primer lugar, su connotación público-privada. Este aspecto de la investigación siempre ha sido mi referente puesto que encuentro muy interesante la aplicabilidad de la ciencia al mundo que nos rodea. El hecho de que las empresas estén directamente vinculadas a la investigación y que sean partícipes de la misma es muy positivo de cara a la utilidad del trabajo científico. En segundo lugar, la posibilidad que brinda ComFuturo de ser investigador principal de un proyecto. Este aspecto, de cara a la experiencia que se adquiere, es fundamental en el desarrollo de la carrera como investigador.

4.- ¿En qué líneas de investigación está trabajando con la ayuda ComFuturo en el CSIC y qué resultados concretos espera alcanzar? Mi proyecto se titula "Determinación rápida de la vida útil de los alimentos grasos en estado líquido". En particular está centrado en el aceite de oliva virgen. El proyecto está directamente relacionado con garantizar la calidad del aceite de oliva virgen durante el tiempo que se encuentra embotellado, es decir, hasta la fecha de consumo preferente que aparece en la etiqueta del envase. Pretendo crear un modelo matemático capaz de predecir la fecha de consumo preferente de una forma segura, basada en los cambios producidos en la composición química del alimento, y que garantice la calidad del mismo durante toda su vida útil. La técnica analítica seleccionada para este fin es la espectroscopia infrarroja.

5.- ¿Qué utilidad económica y social tiene su proyecto? ¿Cómo va a beneficiarse la sociedad de los resultados que obtenga? Existe una necesidad creciente de establecer el tiempo de vida útil de un aceite que garantice que éste llegue siempre al consumidor con sus propiedades nutricionales y sensoriales óptimas. El sector del aceite de oliva virgen es estratégico en la industria alimentaria española. Es un producto 'Marca España', siendo España el primer productor a nivel mundial. Cualquier mejora para garantizar la calidad del producto es altamente deseable y tiene un claro impacto económico. Este modelo daría mayor seguridad a las empresas productoras de aceite de oliva virgen en tareas de distribución y exportación. Además, una investigación en este sentido aumentaría la confianza del consumidor que compra habitualmente aceites y que espera que estos cumplan las especificaciones de calidad descritas en la etiqueta. Finalmente los organismos reguladores contarían con una herramienta útil y rápida para el control de calidad del producto en controles aduaneros.

6.- ¿Considera que está, como joven investigador, en un momento especialmente creativo de su carrera investigadora y qué destacaría de su momento vital como científico? En mi opinión es imposible saber a priori cuando una persona se encuentra en un momento creativo de su carrera, es necesario esperar a ver los resultados y decidir a posteriori si se estaba o no en ese estado. Sin embargo, sí considero que se dan unas condiciones óptimas que pueden favorecer que sea un buen momento. Por un lado, mi carrera investigadora ha ido enfocada hasta el momento a adquirir experiencia y conocimiento, y en este proyecto se pone en práctica todo lo que hasta ahora he estado aprendiendo. Es ahora cuando el árbol comienza a dar sus mejores frutos. Por otro lado, la edad, la energía, la vitalidad, la ilusión, las responsabilidades familiares. son factores muy a tener en cuenta a la hora de estar en predisposición para ser creativo, y quizás sea ahora cuando estos factores estén alineados para proporcionarnos la ilusión y las ganas por trabajar y llevar a buen puerto la consecución de nuestros propios proyectos.

7.- ¿Qué cualidades crees que debe tener un buen investigador? La profesión de investigador es una profesión difícil como tantas otras, pero con la peculiaridad de que poca gente la entiende. Más de una vez en tu vida vas a tener que responder a la pregunta: "¿pero tú realmente a qué te dedicas?". En la profesión de investigador la vocación es indispensable para poderla desempeñar como ésta lo requiere. Es una profesión que absorbe mucho tiempo. Necesita mucha dedicación y hay que ser constante, incansable y trabajador. Por tanto, es necesario ser también optimista, positivo y un poco obstinado y cabezón. No te puedes rendir, es una lucha contigo mismo. Sin embargo, es una profesión que también te da alegrías y satisfacciones, como cuando me concedieron la convocatoria ComFuturo 2015. ¡Es fundamental que tu trabajo te apasione! Tienes que tener la habilidad de ilusionarte con las pequeñas cosas y no desanimarte por las dificultades que actualmente presenta la investigación en España.

8.- ¿Qué mensaje lanzaría a las empresas para animarles a apostar por la investigación y el talento joven a través de un programa de responsabilidad social como este? Se dice que el trabajo en equipo es la habilidad para trabajar juntos hacia una visión común. El tándem investigación-industria es el futuro y cuanto antes nos demos cuenta de eso y trabajemos todos en la misma dirección antes empezaremos a disfrutar de los beneficios. La investigación tiene mucho que aprender de la industria y viceversa. Sólo hace falta ofrecer oportunidades. La formación de los jóvenes en España es elevada. El país ha invertido dinero en formar a los jóvenes y cuando realmente estamos preparados para poner en práctica todo lo aprendido, no encontramos en nuestro país la oportunidad que necesitamos. En mi opinión ha llegado el momento de que nos preguntemos qué estamos haciendo mal y actuemos en consecuencia. Hay que trabajar en acercar posturas entre la investigación y la industria, y creo que la iniciativa público-privada puede ser la solución. Ojalá la iniciativa del Programa ComFuturo fuera una entre muchas otras que están por venir, y animara a la creación de más programas de responsabilidad social como éste.