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Entrevista en Madri+d a Inmaculada Couso, investigadora ComFuturo en el Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis (CSIC)

1.- Para empezar esta entrevista, nos gustaría conocer cómo nació su vocación científica ¿Cuándo y por qué decidió que quería ser científico? 

Mi entusiasmo por la ciencia comenzó realmente cuando empecé a estudiar en la Universidad. Trabajando en el laboratorio, empecé a entender cómo se concibe y se desarrolla un proyecto. La idea de responder preguntas hasta lograr conocer un proceso y ver además las aplicaciones que puede tener, es algo que me resulta apasionante además de necesario para el avance de nuestra sociedad.

2.- ¿Cuál es su formación y trayectoria como investigador? ¿A qué instituciones ha estado vinculado hasta ahora? 

Estudié la Licenciatura de Biología en la Universidad de Sevilla donde me gradué en 2004. Posteriormente, comencé mi tesis doctoral en la Universidad de Huelva en el área de Bioquímica y Biotecnología. Durante ese tiempo, trabajé como becaria del Ministerio de Educación y Ciencia y colaboré con la University College of London en Reino Unido, donde estuve trabajando como investigadora visitante. Tras doctorarme, participé durante dos años en un proyecto mixto de la empresa Cognis GmbH con la Universidad de Sevilla. En 2012, comencé mi estancia postdoctoral en el Donald Danforth Plant Science Center en EE.UU., donde estuve trabajando en un proyecto para la optimización del uso de biofueles, financiado por el US Energy Department. En 2015, me incorporé al Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis. Es en este centro donde me encuentro actualmente desarrollando el proyecto ComFuturo gracias a la iniciativa de la Fundación General CSIC.

3.- ¿Qué le impulsó a presentar su solicitud al Programa ComFuturo? ¿Qué características diferenciales de este Programa le atrajeron a ello? 

La temática de la convocatoria conectaba muy bien con mi trabajo anterior y el trabajo que pretendo realizar en un futuro. Me pareció una oportunidad única para utilizar la metodología que había desarrollado en Estados Unidos y aplicarla a la captación de CO2. Por otro lado, la naturaleza público-privada de este programa me pareció que conectaba muy bien con la idea del proyecto y me daba la oportunidad de entrar en contacto con el mundo de la innovación en la empresa.

4.- ¿En qué líneas de investigación está trabajando con la ayuda ComFuturo en el CSIC y qué resultados concretos espera alcanzar?

 La idea principal de mi proyecto es utilizar microalgas para la captación de CO2 de forma sostenible. Para ello, mi intención es realizar una reprogramación del metabolismo de estos microorganismos. Esta aproximación nos permitirá seleccionar los organismos más adecuados para su uso en la captación de carbono en diferentes ámbitos.

5.- ¿Qué utilidad económica y social tiene su proyecto? ¿Cómo va a beneficiarse la sociedad de los resultados que obtenga?

 El uso de microorganismos que sean capaces de mitigar la presencia de CO2 en la atmósfera tiene sin duda unas implicaciones ambientales evidentes. En este sentido, es importante destacar el uso de microalgas para la obtención de distintos compuestos de alto valor comercial y biofueles; de hecho, algunas de ellas son consideradas hoy en día como ‘superalimentos’ por los beneficios que aportan a la salud humana. En definitiva, tenemos factorías celulares que utilizan el CO2 como materia prima y que producen compuestos que podemos utilizar para obtener energía, suplementos nutricionales, piensos, etc. Esto hace que estos microorganismos tengan un valor añadido al meramente ecológico, lo que supone sin duda un beneficio económico y social.

6.- ¿Considera que está, como joven investigador, en un momento especialmente creativo de su carrera investigadora y qué destacaría de su momento vital como científico?

 Entiendo que en este momento tengo la creatividad suficiente para poder desarrollar proyectos desde mi propio punto de vista científico ya que cuento con la experiencia necesaria para afrontar la dirección de un proyecto en solitario. 

7.- ¿Qué cualidades crees que debe tener un buen investigador? 

Siempre he pensado que un buen investigador es aquel que se hace las preguntas correctas y marca sus objetivos de forma clara y directa. Sin embargo, ahora creo que también son necesarias otras cualidades, como la capacidad de trabajar en equipo, el respeto y el interés por el trabajo en otras áreas. Creo, además, que un científico debe tener una cierta predisposición a aprender nuevas técnicas y conceptos que le hagan capaz de colaborar en proyectos de carácter interdisciplinar que son los proyectos que, a mi modo de ver, mejor dan respuesta a la demanda de la sociedad ya que abarcan muchos puntos de vista.

8.- ¿Qué mensaje lanzaría a las empresas para animarles a apostar por la investigación y el talento joven a través de un programa de responsabilidad social como este?

 Lo primero, dejar claro que en España tenemos grupos reconocidos internacionalmente en todas las áreas y que apostar por la ciencia en España es una apuesta de futuro real. El uso de mecenazgos y patrocinios para la financiación de proyectos de investigación es algo comúnmente establecido en otros países como Estados Unidos y el norte de Europa. Si realmente el sector privado quiere apostar por la innovación, la forma más eficiente de hacerlo es a través de este tipo de inversión. El programa ComFuturo además es una forma de facilitarles el camino, ya que la Fundación General del CSIC se encarga de gestionar la interacción entre los investigadores y la empresa.