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Entrevista en Madri+d a Priscila Monteiro, investigadora ComFuturo en el Instituto de Microelectrónica de Madrid

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"La colaboración público-privada es crucial para que la investigación aplicada llegue a la sociedad"

1.- Para empezar esta entrevista, nos gustaría conocer cómo nació su vocación científica ¿Cuándo y por qué decidió que quería ser científico? Ya en la escuela recuerdo que me llamaban mucho la atención los alquimistas, la química y su papel esencial en la vida. Posteriormente, mientras estudiaba la carrera de Química, hice prácticas en un laboratorio durante dos años y ahí tuve mi primer contacto con la investigación. Me pareció impresionante como los investigadores aplicaban los conocimientos científicos en la industria o en beneficio de la sociedad. Me gustó la dinámica de la investigación, buscar explicaciones mediante la construcción de modelos para justificar hechos experimentales. Cuando me licencié, lo único que sabía era que quería aplicar lo que había aprendido para desarrollar algo útil para la sociedad. Para eso tenía que aprender a hacer ciencia y en 2003 empecé mi doctorado en el Instituto de Química de la Universidade de São Paulo (USP, Brasil). Durante el doctorado me enamoré de la investigación.

2.- ¿Cuál es su formación y trayectoria como investigador? ¿A qué instituciones ha estado vinculado hasta ahora? Mientras estudiaba la carrera de Química, en la facultad de Tecnología de la Universidade de Brasilia, estuve involucrada en un proyecto que analizaba la relación entre el transporte del agua y los mecanismos de corrosión de las armaduras. Después de licenciarme, comencé mi doctorado en el área de Químico-Física en el Instituto de Química (USP, Brasil). A lo largo de este período adquirí experiencia en la preparación de películas delgadas de derivados de celulosa para aplicaciones biomédicas y conocimiento en química de superficies. Dado mi interés en aplicaciones biomédicas, el campo de los biosensores nanomecánicos me llamó la atención. Con el fin de complementar mis conocimientos en química de superficie con física y nanotecnología me mudé a España en 2008 para realizar mi primera estancia postdoctoral en el Laboratorio de Bionanomecánica en el Instituto de Microelectrónica de Madrid (CSIC), donde he estado trabajando desde entonces gracias a un contrato JAE-Doc (CSIC), un Juan de la Cierva y ahora un ComFuturo. Durante estos siete años he desarrollado una técnica sin etiqueta para la detección de ADN. También me he interesado por el desarrollo de sistemas ópticos para la medición de interacciones biomoleculares y caracterización de micro y nanoestructuras. Más tarde trabajé en el desarrollo de biosensores para la detección de proteínas y durante mi investigación me di cuenta de que las ventajas de la detección sin etiqueta deben equilibrarse con la necesidad de extrema sensibilidad y especificidad. Por lo tanto, comencé a desarrollar sensores nanomecánicos etiquetados con nanopartículas plasmónicas para la identificación de biomarcadores de cáncer. Logré desarrollar un nuevo concepto de nanosensor híbrido optoplasmónico y mecánico que alcanzó un límite de detección sin precedentes de 100 ag.ml-1. Mi interés principal es fusionar los sistemas nanomecánicos con otras nanotecnologías prometedoras para crear herramientas de diagnóstico altamente sensibles y selectivas.

3.- ¿Qué le impulsó a presentar su solicitud al Programa ComFuturo? ¿Qué características diferenciales de este Programa le atrajeron a ello? La convocatoria del Programa ComFuturo llegó en un momento en el que era cada vez más difícil que siguiera dedicándome a la investigación. El Programa era muy atractivo, daba la oportunidad a los jóvenes investigadores de demostrar que pueden ser independientes y que tienen potencial para crecer como investigadores. La evaluación se basó en un proyecto de investigación y en el currículo del candidato. Me encantó, porque daba la oportunidad de tener tu propio proyecto. Además, creo firmemente que la colaboración público-privada es crucial para que la investigación aplicada a un problema concreto llegue a la sociedad.

4.- ¿En qué líneas de investigación está trabajando con la ayuda ComFuturo en el CSIC y qué resultados concretos espera alcanzar? Trabajo en la línea de nuevas nanotecnologías para detección temprana de cáncer. Se desarrollará un análisis de sangre simple y asequible para la detección de biomarcadores en pacientes con cáncer de mama. El proyecto tiene dos objetivos: desarrollar una tecnología de alto rendimiento para la identificación y cuantificación en un amplio rango dinámico de los biomarcadores con baja tasa de error y, por otra parte, aplicar esta tecnología en ensayos clínicos y formular una lista de biomarcadores potenciales para la detección temprana del cáncer de mama en sangre.

5.- ¿Qué utilidad económica y social tiene su proyecto? ¿Cómo va a beneficiarse la sociedad de los resultados que obtenga? El cáncer de mama es la principal causa de mortalidad y morbilidad en las mujeres de todo el mundo. Las tasas de incidencia más altas se encuentran en Estados Unidos y Europa Occidental, con ciento uno y ochenta y cinco nuevos casos por cada cien mil mujeres, respectivamente. El número de muertes es alarmante para los próximos años debido a la baja capacidad para la detección precoz de la enfermedad, ya que en la actualidad no existe ningún biomarcador validado para su uso en la práctica clínica de rutina. Además, las limitaciones en la mamografía, que requiere procedimientos invasivos para tener una valoración definitiva, muchas veces retrasa el diagnóstico. La validación de biomarcadores potenciales en los análisis de sangre nunca se ha llevado a cabo debido a la falta de una tecnología con ultra alta sensibilidad.La tecnología que será desarrollada con el proyecto Nanosensor ultrasensible para la detección precoz en sangre de cáncer de mama permitirá por primera vez explorar el plasma sanguíneo para validar el escape al sistema circulatorio de biomarcadores específicos de cáncer de mama. De esta manera, si el proyecto se desarrolla con éxito, y trabajaré duro para que así sea, a su conclusión se podría disponerse de un prototipo para la detección del cáncer de mama con un simple análisis de sangre, mejorando el diagnóstico precoz, lo que podría salvar un millón de vidas en todo el mundo cada año. Además, la tecnología podrá ser aplicada para la detección de otros tipos de cáncer como, por ejemplo, pulmón, colorrectal, ovario, próstata, etc.

6.- ¿Considera que está, como joven investigador, en un momento especialmente creativo de su carrera investigadora y qué destacaría de su momento vital como científico? Sí, pienso que estoy en un momento muy creativo de mi carrera. Ya he trabajado en distintos ámbitos y ahora sé lo que realmente me gusta, lo que quiero seguir haciendo y dedicar mi energía. En este momento tengo el conocimiento necesario para seguir creciendo en mi carrera y, por supuesto, aprendiendo más. También ya tengo madurez y confianza para transmitir lo que he aprendido a los estudiantes y poder guiarles en sus estudios predoctorales.

7.- ¿Qué cualidades crees que debe tener un buen investigador? La carrera de investigador no es fácil, yo diría que en primer lugar un buen investigador tiene pasión por lo que hace. También hay que ser muy observador y tener curiosidad por entender los nuevos fenómenos que ve en sus experimentos.

8.- ¿Qué mensaje lanzaría a las empresas para animarles a apostar por la investigación y el talento joven a través de un programa de responsabilidad social como este? En esta convocatoria de ComFuturo somos solo catorce investigadores seleccionados, pero hay muchos jóvenes investigadores muy buenos, con ganas de sacar sus ideas adelante y que merecen una oportunidad como la que yo he tenido.