Luis Caballero Ontanaya está vinculado con la Fundación General CSIC desde que su proyecto AMIMAS resultó beneficiario en la convocatoria del programa COMTE-Innovación de 2022. El Dr. Caballero es miembro del Grupo de Espectroscopía Gamma y Neutrones del Instituto de Física Corpuscular (CSIC-UV) y trabaja en física nuclear experimental, desarrollando novedosas técnicas de imagen gamma. Actualmente dirige proyectos de aplicaciones de detectores de radiación gamma que proporcionan imágenes de radiación tanto en el campo de la medicina nuclear como en la clasificación de residuos radiactivos en el desmantelamiento de centrales nucleares. Su amplia experiencia en el desarrollo de sistemas de imagen en estos campos ha dado lugar a diferentes patentes.
¿En qué consiste el proyecto AMIMAS?
El proyecto AMIMAS tiene como objetivo el desarrollo y viabilidad de HYBRID IMAGING SYSTEMS S.L., una empresa dedicada al diseño, desarrollo, fabricación y comercialización de dispositivos médicos basados en tecnologías de imagen para el diagnóstico preciso del cáncer, facilitando una medicina personalizada para mejorar el pronóstico clínico del paciente.
¿Cuál es el reto principal al que se enfrenta?
El principal desafío al que se enfrenta AMIMAS es reducir el elevado número de falsos positivos y falsos negativos en el diagnóstico del cáncer. El proyecto se basa en el desarrollo de una tecnología médica patentada que combina imágenes gamma y de ultrasonido con capacidad para el guiado de la biopsia de cáncer en tiempo real, de manera que dicha biopsia sea más precisa. Nuestro reto es consolidar esta empresa de tecnología implementando unos dispositivos médicos que permitirán mejorar el diagnóstico de cualquier tipo de cáncer en todo el mundo y reducir el riesgo de errores en los mismos. Estos dispositivos, que se comercializarán en centros hospitalarios públicos y privados, constituyen una novedosa herramienta para guiar de manera no invasiva la biopsia de los tumores, lo que contribuirá a reducir los costes del sistema sanitario al posibilitar la formulación de diagnósticos más ajustados a la situación real del paciente.
¿Qué beneficios aportará su llegada a mercado?
Poner nuestra tecnología a disposición de los pacientes para mejorar sus perspectivas de recuperación de una enfermedad tan grave como el cáncer es una de las principales motivaciones a la hora de poner en marcha este proyecto. La aplicación de la propia tecnología, así como la búsqueda de nuevos dispositivos y soluciones que se adapten a necesidades clínicas que puedan aparecer en el futuro es otro de los aspectos que impulsan el carácter innovador de la empresa. Nos resulta muy estimulante trabajar con el propósito de que en algún momento podamos comercializar la tecnología a escala global y crear un retorno social y económico que, por una parte, genere nuevos empleos y trayectorias profesionales de alto nivel científico-tecnológico y, por otra, produzca beneficios que faciliten la creación de nuevas líneas o iniciativas empresariales de gran valor añadido.
¿Qué ventajas tiene con respecto a otros productos ya existentes que abordan el mismo problema?
Las técnicas convencionales ofrecen información morfológica y funcional de los tumores de manera aislada y secuencial. No existe ningún dispositivo que las combine en tiempo real de manera que los médicos puedan diferenciar y por tanto seleccionar las zonas de mayor actividad o agresividad del tumor para dirigir allí las agujas de biopsia. Este tipo de imágenes e información es la que aporta nuestro dispositivo médico.
¿Cuánto tiempo habrá que esperar hasta que se produzca su llegada al mercado?
El dispositivo se encuentra en un nivel de maduración previo a la industrialización y comercialización. Actualmente se dispone de un prototipo validado a nivel de laboratorio con simuladores de pacientes y que ofrece una combinación de imágenes morfológicas y funcionales en tiempo real. Está previsto que su llegada a mercado se produzca después de ser validado clínicamente y de obtener los permisos y certificaciones regulatorias pertinentes para este tipo de dispositivos clínicos.
¿Cuáles dirías que son las principales dificultades de AMIMAS en su camino hacia la transferencia?
Por un lado, mencionaría el tema de la financiación. En la actualidad se está solicitando financiación para acometer fases de desarrollo sin las cuales no sería posible llegar al mercado. Debido a la propia naturaleza de estos dispositivos y al elevado coste de los componentes en una tecnología puntera como es esta, existen importantes dificultades de tipo financiero para acometer su desarrollo. Por otra parte, están también las dificultades inherentes al proceso de la transferencia abordada desde el ámbito de la investigación: no resulta fácil para un científico enfrentarse a todas las cuestiones relativas a la definición y acotación de los clientes y, en general, a la elaboración del plan de negocio que conlleva la comercialización.
¿En qué medida la participación en COMTE y el apoyo de la FGCSIC os ha sido útil? La aportación de la FGCSIC a través del programa COMTE ha sido extraordinaria, puesto que en el programa se dispone de la ayuda y mentorización de personas con una extensísima trayectoria que han guiado y permitido dirigir los esfuerzos de equipo promotor hacia la consecución de un proyecto sólido, coherente y que maximiza las probabilidades de llegada al mercado de la tecnología y, por tanto, su comercialización. Este enfoque muchas veces no existe en el personal investigador y resulta crucial que desde el principio se pueda recibir este acompañamiento para evitar malgastar esfuerzos y cometer errores que puedan comprometer los desarrollos tecnológicos.